El director de Intercultura Colombia, Marcos González Pérez, opinó que el aspecto cultural del Carnaval de Veracruz atraviesa por un proceso de decadencia, lo cual atribuyó principalmente a la comercialización de la fiesta.
El investigador se dijo extrañado de que no observara elementos culturales y propaganda del Carnaval de Veracruz a su llegada esta ciudad.
El entrevistado explicó que su visita a esta ciudad de Veracruz se debe principalmente a un interés por documentar el desarrollo de la fiesta, sus elementos y sus características, pues resaltó que se trata de uno de los más importantes de América Latina junto con el que se celebra en Oruro, Bolivia, y el de Río de Janeiro, Brasil.
“Yo venía preparado mentalmente que una vez que me bajara del avión iba a observar toda la propaganda, toda la programación, todos los símbolos del Carnaval de Veracruz, no hay nada, ¿qué está pasando? Algo está pasando. Alguien se tiene que preguntar qué está pasando”, subrayó.
Marcos González Pérez creyó que encontraría una diversidad de investigaciones y publicaciones sobre el carnaval porteño en instituciones como la Universidad Veracruzana dada su importancia histórica pero no fue así.
González Pérez resaltó que el Carnaval de Veracruz resulta un referente obligado para los investigadores de ese tipo de fiestas.
“Este carnaval, no me atrevo a opinar, pero lo voy a decir casi que entre nos, hay una decadencia de ese fenómeno cultural sin haberlo estudiado todavía, tengo esa sensación”, puntualizó.
El director de Intercultura Colombia atribuyó la decadencia de los carnavales a su propia mercantilización, como señaló que sucede actualmente en Río de Janeiro.
Incluso, el investigador colombiano advirtió que la existencia del carnaval está en riesgo debido a la falta de participación de la comunidad.
“Fundamentalmente me interesa llevar unas notas sobre los peligros que tiene este carnaval, porque en otros yo he encontrado que la comercialización es un peligro fundamental del carnaval, que la falta de participación de la comunidad puede ser un peligro para la existencia del carnaval, que poner por encima el espectáculo sobre los fenómenos culturales ha sido un problema gravísimo”, concluyó.