La guardia que los obreros del SAS realizan sigue causando frustración entre los empleados que tienen entre cinco y 30 años de laborar para el organismo operador del agua
Veracruz
(AVC/Arantxa Arcos) El personal del plantón en las afueras del Sistema de Agua y Saneamiento (SAS) cambió sus vacaciones para esperar todo el día alguna respuesta de ser reinstalados en el Grupo MAS.
Fidel Yañez, obrero general, es uno de los empleados del SAS que piden ser reinstalados a la nueva empresa mixta que se conformó para dar el servicio de agua y saneamiento en la ciudad de Veracruz y Medellín.
Al igual que él, las personas que se postraron en la banqueta y el camellón aledaño a la entrada principal, son trabajadores que actualmente gozan de vacaciones o descanso laboral.
“Estamos haciendo guardia los que estamos de vacaciones o de descanso, y los que están en turno están normal, todo sigue trabajando igual, de ocho a cuatro y de tres a diez, el turno normal, todos estás trabajando, nadie ha dejado de trabajar”, señaló.
La mañana de ayer jueves, Fidel acudió, como lo ha hecho en las últimas tres semanas, a la puerta principal del SAS que se ubica en la calle de Colón, para esperar respuesta alguna de los empresarios que conforman el Grupo MAS.
Sin embargo, la guardia sigue causando frustración entre los empleados de entre cinco y 30 años de antigüedad.
Durante la luz el día se instalan buscando sombra de los rayos del sol, mientras que por la noche regresan a sus casas con la esperanza de buenas noticias para el siguiente día.
“Fue muy desilusionante que todo el tiempo que hemos trabajado nosotros, principalmente porque mucha gente que tiene más antigüedad que yo, hay gente que tiene más de 30 años trabajando, cómo es posible que los vayan a tirar a la basura”, expresó.
La lucha por ser reinstalados es actualmente ayudada por la Comisión de Derechos Humanos de la ciudad de México y otros organismos no gubernamentales quienes se mantienen en frecuente comunicación con los agremiados al sindicato “José Azueta”.
“Nos están ayudando la delegada que viene de Derechos Humanos del Distrito Federal y otras licenciadas (…) nosotros sólo queremos regresar a nuestro trabajo y aquí pasamos las vacaciones. Lo normal era irse a pasear con mi esposa o estar descansando en casa pero aquí estamos apoyando para tener el trabajo”, añadió.