Rodrigo Barranco Déctor
Tlacotalpan
El gobernador de Veracruz, Javier Duarte de Ochoa, consideró que el resolutivo del caso Narvarte le dio la razón en lo que aseguraba desde el comienzo: que él no tenía que ver en la muerte del fotoperiodista Rubén Espinoza.
Entrevistado a su visita a la ciudad de Tlacotalpan para firmar el pacto de homologación de la clasificación del ganado en la entidad, opinó que los hechos suscitados en la Ciudad de México son aberrantes y lamentables, pero no involucran a su administración.
“Qué bueno que se confirma lo que todos conocíamos. Yo lo dije desde un principio, el que nada debe, nada teme. En mi caso particular, desde el primer momento que tuve conocimiento de este lamentable y aberrante hecho, me puse en comunicación y contacto con las autoridades del Distrito Federal; me puse a disposición de ellos, aportamos todos los elementos que estaban a nuestro alcance”.
Y agregó: “Lo dije y lo he venido diciendo en muchas entrevistas, donde he tenido la oportunidad de expresar sobre este caso, que confiábamos plenamente en las autoridades que llevaban esta investigación, que son las autoridades del Distrito Federal, y creo que son los datos y los resultados que ahí están. Está esclarecido”.
El mandatario indicó que no tiene una notificación oficial sobre el caso, pero sabe por los medios de comunicación que ya se resolvió, descartando que los asesinos fueran sobre el fotorreportero Rubén Espinoza.