La directora del asilo Cogra, María Teresa Mendoza, lamentó que los parientes acudan a visitar a los adultos en el Día del Padre o la Madre, pero se olviden de ellos el Día del Abuelo
Veracruz, Ver.- (AVC/Arantxa Arcos) Las sanciones para los familiares que cuenten con adultos mayores deberían ser severas, para que no se desentiendan de ellos, consideró la directora del asilo de ancianos Cogra, María Teresa Mendoza de Infanzón.
La entrevistada lamentó que en el Día del Padre o la Madre, los parientes de los ancianitos acuden gustosos a visitarlos, mientras que en el Día del Abuelo se olvidan de siquiera una llamada telefónica.
“Más que nada creo que las denuncias penales deberían de ser severas, porque hace tres días tuvimos un incidente, de una persona que vivió con nosotros ocho años, y la verdad si estamos muy dolidos y tristes, porque después de que vinieron y lo dejaron aquí, los hijos prácticamente vinieron dos o tres veces. Se muere la señora y por mera atención les marco para avisarles, y resulta que llamaron a la Cruz Roja, casi casi lo querían revivir; [dijeron] que nosotros teníamos la culpa; llamaron hasta al Ministerio Público, y dices, caray, cómo es posible que en ocho años no quisieron venir a verlo y ahora que se muere querían revivirlo”, relató.
Este 28 de agosto, Día del Abuelo, 75 ancianitos siguen olvidados por sus hijos o nietos en algunos asilos. Uno de ellos se ubica en la calle de Cultura casi esquina Murillo, en el puerto de Veracruz.
De los 75 inquilinos en custodia del asilo de ancianos Cogra, sólo 12 personas cuentan con familiares preocupados, quienes los visitan frecuentemente y se hacen responsables de su salud.
“Necesitamos hacer presión para que las autoridades obliguen también a los familiares, porque nosotros tenemos muchos que tienen familiares y ni siquiera vienen a poner la cara […] A pesar de que sabemos que tienen familiares, no dan la cara; la verdad si sería bueno que una autoridad se pusiera las pilas y dijera que se va a hacer acción legal contra los familiares”, reiteró.
Cabe mencionar que las edades de los adultos residentes en dicho recinto, oscilan entre los 42 y 104 años de edad, rangos que se han incrementado en los últimos meses.
Alcanzar por completo la edad adulta ya no es impedimento para que los hijos se desentiendan de sus padres y olviden que en sus primeros meses de vida los cuidaron con desvelos.