La juez décimo de Primera Instancia especializada en materia familiar, Elizabeth Ramírez Salazar, dijo que un tema delicado es la guardia y custodia de los menores y las pensiones alimenticias.
Boca del Río
(AVC)
La juez décimo de Primera Instancia especializada en materia familiar, Elizabeth Ramírez Salazar, señaló que los casos de violencia intrafamiliar y los divorcios son los que más se atienden por la vía penal.
Añadió que un tema delicado es la guardia y custodia de los menores y las pensiones alimenticias, las cuales se buscan solucionar por la vía de la mediación.
“Si se celebran unas ocho audiencias a la semana, estamos hablando que en los juzgados, seis son por convenios que se revuelven; sí es una cantidad que va en aumento”, expresó.
Señaló que son los propios padres los que buscan una remediación para evitar que sus hijos sufran y atraviesen un proceso legal traumático.
Ramírez Salazar reconoció que en muchas ocasiones las personas no acuden a denunciar penalmente y prefieren acudir en primera instancia al Desarrollo Integral de la Familia Municipal (DIF), donde el personal de este organismo busca también mediar los problemas desde este punto.
La juez décima de primera instancia, al ser cuestionada sobre los casos recientes de menores que se encontraban solos en sus hogares y en algunos casos encadenados, señaló que la vía penal en esos hechos no puede intervenir, debido a que es responsabilidad del DIF hacer un primer acercamiento.
“Cuando hay un asunto en ese tipo de problemas, ahí primero recurren al DIF y posteriormente ven lo que van a accionar, lo que va a proceder; nosotros no intervenimos directamente, porque primero tienen que denunciar”, precisó.
Sostuvo que en estos casos los padres no son aptos para tener bajo su guardia y custodia a los menores.
Ramírez Salazar, a pregunta expresa sobre si en estos casos han recibido en el Juzgado alguna denuncia, señaló que no, que al momento es un tema netamente del DIF Municipal de Veracruz; “hasta ahorita, hasta el momento, no”, acotó.
Comentó que existe un centro de convivencia, donde algunos niños son llevados cuando los padres no pueden convivir con sus hijos por situaciones que ponen en riesgo a los menores, donde son supervisados por psicólogos para ver el desenvolvimiento de padres-hijos y ver si pueden regresar con ellos o no.