El Papa Francisco imploró hoy por la pronta liberación de los religiosos que permanecen secuestrados en Siria, no sólo católicos sino también ortodoxos, y deseó que puedan volver a casa todos los privados de la libertad en el mundo.
La petición fue hecha tras el rezo del “Regina coeli” (Reina del cielo), al mediodía de este domingo ante una Plaza de San Pedro en la cual se congregaron más de 100 mil personas para participar en el Jubileo de los Adolescentes.
“Está siempre viva en mi la preocupación por los hermanos obispos, sacerdotes y religiosos, católicos y ortodoxos, secuestrados desde hace mucho tiempo en Siria”, dijo el pontífice, hablando en italiano.
Pidió que Dios misericordioso toque el corazón de los secuestradores y conceda lo antes posible a estas personas ser liberadas y poder volver a sus comunidades.
“Por esto les invito a rezar, sin olvidar a las otras personas secuestradas en el mundo. Confiamos todas nuestras aspiraciones y nuestras esperanzas a la intercesión de María, madre de misericordia”, agregó.
Además, recordó que la víspera en Burgos (España) fueron proclamados beatos el sacerdote Valentín Palencia Marquina y cuatro de sus compañeros mártires, jóvenes, asesinados por su fe durante la Guerra Civil Española.
“Alabamos al señor por estos valientes testimonios, y por su intercesión suplicamos liberar el mundo de toda violencia”, añadió.
A los jóvenes presentes les agradeció “por su alegre y ruidoso testimonio”, les pidió seguir adelante con valentía y volver a sus casas de pie, con la frente en alto y con el “documento de identidad cristiana” que es la alegría.
Al final, el Papa se dio un baño de multitud realizando un largo recorrido entre los presentes a bordo del papamóvil, no sólo en la Plaza de San Pedro sino también en la contigua Plaza Pío XII y la cercana Vía de la Conciliación.