“La corrupción, la opacidad y el cinismo no pueden tener la última palabra en nuestra sociedad”, advierte vocero de la Arquidiócesis
*No se puede tolerar ni apoyar a quien busca el poder solo para favorecer sus intereses personales o de partido
Yhadira Paredes
Xalapa
En el comunicado de este domingo, el vocero de la Arquidiócesis de Xalapa, José Manuel Suazo Reyes, señaló que la Iglesia Católica no augura que los candidatos a diputados federales tengan el firme deseo de servir al país.
En el documento emitido señaló que existe un creciente reclamo de los ciudadanos que piden ser escuchados y atendidos, sobre todo por quienes se presentan como servidores del pueblo.
Reconoció que existe una desconfianza generalizada hacia los políticos, debido a las pocas certezas que la gente encuentra en las autoridades, toda vez que sigue habiendo corrupción de servidores públicos, quienes al poco tiempo vuelven a participar en cargos donde seguramente volverán a incumplir promesas.
“Es lamentable que la justicia se negocie; no se perciben avances significativos en materia de seguridad, aunque sabemos que la inversión ha sido mucha, los pocos resultados son poco convincentes; sigue habiendo pendientes muy fuertes en materia de salud, empleo, economía y educación; los productos del campo no tienen valor y cuesta mucho producirlos, la canasta básica cada vez está más cara, los empresarios se quejan de que no les pagan”.
En ese sentido, señaló que las pasarelas de algunas personalidades públicas parecen más bien una burla para el electorado, donde ha crecido en la mayoría de la población una desconfianza notable hacia los candidatos y partidos, sobre todo cuando se siguen presentando propuestas irreales.
Asimismo, Suazo Reyes lamentó la falta de equidad en la cobertura de las actividades de los candidatos, pues algunos aparecen todos los días en casi todos los medios y otros ni siquiera son conocidos.
Recordó lo dicho por el Arzobispado Mexicano en el sentido de que los mexicanos no podemos acostumbrarnos a lo que destruye la dignidad del ser humano y el valor de la vida.
“La corrupción, la opacidad y el cinismo no pueden tener la última palabra en nuestra sociedad. No es ese el México que necesitamos ni es la patria que deseamos. Por ello a todos nos urge la honradez, la rectitud, la práctica de la verdad, el orden, la justicia y la paz. Necesitamos urgentemente vivir en un estado de derecho para que la justicia no se negocie”.
Finalmente señaló que no se puede tolerar ni apoyar a quien busca el poder solo para favorecer sus intereses personales o de partido, que no busca el bien común y no quiere servir a sociedad, sino servirse de los demás.