EL UNIVERSAL
CIUDAD DE MÉXICO
Llegó la hora de que las mujeres presidan partidos que históricamente han sido encabezados por hombres y también de que se cumpla al pie de la letra el principio constitucional de paridad de género y alternancia, aseguran lideresas opositoras que darán la batalla al machismo dentro del PAN, PRI y MC a fin de alcanzar las dirigencias de estos institutos políticos.
Explican que más allá de que el Partido Acción Nacional, el Partido Revolucionario Institucional y Movimiento Ciudadano respeten el derecho constitucional del principio de paridad —que permite que las mujeres sean la mayoría en ocupar cargos de poder en los partidos—, buscan que los propios hombres que los conducen no las excluyan de la posibilidad de presidirlos.
"Los hombres siempre son presidentes y las mujeres secretarias generales, ¿no? Siempre muy cómodos reproducen esto de que ‘las mujeres van atrás’ y no sólo se trata de tener las oportunidades que ya da la paridad, porque ni el PAN en sus 85 años de existencia ni Movimiento Ciudadano han tenido a una mujer presidenta y, hablando del PRI, aunque ya tuvo dirigencias femeninas, debe materializarse porque es lo que corresponde. Ya cada partido decidirá cómo, pero no es un asunto de posibilidades o no, ya nos toca", afirma Dulce María Sauri en entrevista con EL UNIVERSAL.
La exdirigenta del PRI comenta que cuando el tricolor expidió la convocatoria para la elección de la dirigencia nacional 2024-2028 no garantizó la paridad de género a través de la alternancia, pues las fórmulas que se inscribieron para la presidencia y secretaría general debían estar encabezadas por una mujer, pero no fue así.
"La paridad en todos los órganos del Estado mexicano quedó establecida en la Constitución en 2019 y los partidos políticos son parte del Estado mexicano, y no están fuera de esta norma. Por tanto, consideramos que, al ser la presidencia del Comité Ejecutivo Nacional del PRI un órgano unipersonal, solamente se puede materializar la paridad a través de la alternancia de género.
"Entonces, dado que hay un presidente en funciones, debió haber incluido la cláusula de que la fórmula tendría que estar encabezada por mujeres", explica la exgobernadora interina de Yucatán.
Sauri Riancho añade que, aunque el PRI sí ha sido encabezado por mujeres, no lo exime de la obligación de paridad y alternancia por esta vez.
"Y eso lo haremos valer en un recurso de impugnación contra la convocatoria a la elección de la dirigencia nacional. Estamos haciendo todo lo posible", dice.
Subraya que, además de faltar al principio de paridad y alternancia, la convocatoria para dirigir al partido está hecha sobre bases ilegales que provienen de una asamblea nacional también fuera de la ley, pues quitó el candado estatutario que impedía la reelección.
Así, se tomó la decisión de llevar el caso al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación para resolver este agravio y hacer prevalecer los principios de paridad, aunque eso cueste tirar la convocatoria del PRI.
"Dicen: ‘Que se haga la paridad en los bueyes de mi compadre’, pero la paridad de género y la alternancia son principios válidos y obligatorios para los partidos políticos y sus dirigencias nacionales también.
"No se puede pedir alternancia de género en gubernaturas si no se es congruente y se cumple con la alternancia de género en las dirigencias nacionales de los partidos políticos", puntualiza.
Al respecto, las mujeres de Acción Nacional consideran que no sólo por el tema de género, sino porque el partido no ha tenido una dirigencia femenina en 85 años, es momento de que este cargo sea ocupado por una mujer.
"No ha habido una sola presidenta, ha habido interinas o secretarias, pero la desigualdad es evidente. El presidente del partido aprobó por unanimidad un acuerdo ofensivo para las mujeres que plantea que ‘pueda participar al menos una’, porque así lo dice textual: ‘al menos una’, en la elección de la dirigencia nacional; nos van a dar permiso sólo si juntamos firmas, pero a los hombres no les van a exigir firmas.
"Es grotesco, grosero. Es gravísimo que insinúen que somos incapaces de conseguir firmas por nuestra condición de género y hay un trato diferente por ser mujeres, pareciera que no podemos y no estamos en condiciones de hacerlo [dirigir a Acción Nacional] y no tendríamos por qué estar exigiendo o usar recursos legales, porque es nuestro derecho constitucional", manifiesta a El Gran Diario de México Adriana Dávila.
La exsenadora panista señala que 253 mujeres blanquiazules presentaron un documento y diferentes recursos para pedirle al Comité Ejecutivo Nacional y a diferentes áreas del partido que la convocatoria para la dirigencia las incluyera sólo a ellas.
Sin embargo, acusa que dentro del partido el obstáculo no sólo es el género, sino que también existen señalamientos misóginos sobre que "ellas no tienen la capacidad", pese a que puedan juntar las firmas necesarias y cumplan con la preparación, además de los requisitos, a la par de sus compañeros hombres.
"Es frustrante todo lo que sucede porque las mujeres somos más que simples secretarias generales, esto me parece incluso una falta de respeto porque nuestras capacidades son ilimitadas, no son de una simple compañera de fórmula, pues es un derecho constitucional que una mujer dirija un partido.
"Son 85 años de dirigencias masculinas, es importante que se disminuyan las brechas, que se discuta el tema, porque somos muchas mujeres las que tenemos el derecho de participar, pero más que el derecho, tenemos la capacidad".
En el caso de Movimiento Ciudadano, la diputada Martha Tagle expresa que, a pesar de que se ha avanzado en integrar de una forma paritaria los órganos de dirección del partido político, quienes ocupan los cargos de coordinadores estatales o nacionales son mayoritariamente hombres.
"Sería muy deseable que una mujer estuviera al frente del partido. Los órganos que dirigen son quienes van a decidir y, con argumentos, podemos decir que todo está hecho para que así siga siendo. Por ejemplo, en la Cámara de Diputados estamos la mitad de mujeres, pero es un hombre el que coordina y hay acuerdos que permiten que los hombres sigan siendo quienes coordinen al movimiento.
"Aunque sí tenemos estructuras democráticas, lo cierto es que como todo se vota a mano alzada —en asambleas abiertas, sin deliberación, sin discusión— se reafirman acuerdos previos y es poco probable que decidan en favor de una mujer, porque compensan esta paridad con una secretaria general mujer y, aunque en las estructuras de alrededor pueda haber otras mujeres, el diseño de las estructuras de Movimiento Ciudadano está hecho para que el coordinador nacional —que es la posición clave— sea para un hombre", explica.
La exsenadora emecista adelanta que, dependiendo de los términos de la convocatoria para elegir a la dirigencia nacional, que se realizará en diciembre, las mujeres naranjas decidirán cómo actuar para conseguir la paridad en este cargo y evitar que se amañe.
"Me parece que también las mujeres de MC, así como lo están haciendo las del PAN y las del PRI, debemos articularnos. Me parece muy importante que en esta batalla legal que están dando Dulce María Sauri y Adriana Dávila vayamos juntas, porque lo que hemos logrado cambiar en materia de los derechos políticos de las mujeres ha sido gracias a que hemos tenido la capacidad de articularnos, de hacer estrategias juntas, porque también sabemos que si vamos solitas contra nuestros partidos es muy posible que no tengamos ninguna posibilidad o nos saquen", afirma.
"Además, los dirigentes de los partidos —que son quienes al final de cuentas tienen que tomar las decisiones para cómo cumplir la paridad— lo que hacen es buscar mujeres que no necesariamente les sean incómodas a sus liderazgos, y buscan hombres y mujeres que queden bien con ellos (...) Esperamos deshacer este atorón porque es importante que las mujeres participemos en las grandes decisiones políticas que sólo toman los dirigentes hombres de este país".