* A pesar de las negativas es un tema demasiado evidente en nuestro municipio
José Miguel Bautista Hernández
Un tema que requiere ser atendido por todos es lo que se refiere a las agresiones cometidas entre alumnos, ahora llamado bullying, fenómeno social y educativo que siempre ha existido, sin embargo, es hasta hoy cuando se le da trascendencia debido a las dimensiones que éste ha alcanzado.
Miguel Bonilla Arellano, asesor técnico pedagógico, nos compartió su punto de vista profesional acerca de las causas que lo originan que pueden ser muchas, en el caso de algunos factores que son determinantes para que se presenten están como un primer ejemplo las familias desintegradas, un aprendizaje de conductas violentas entre los jerarcas familiares, o la forma en cómo se dirigen a los demás, también el tema de la discriminación, y otras muchas cuestiones que presentan un punto de desequilibrio entre los que se convertirán en agresores, y aunque no se puede asegurar que se trate de la formación natural de un alumno o chico, es una dinámica tendenciosa que se va enmarcando a estos factores presentándose de algún modo y por supuesto en el historial de los jóvenes.
El también psicólogo explicó que lo mejor para este tipo de problemas es un trabajo colaborativo, y que la responsabilidad no recaiga únicamente en una figura, con una comunicación abierta entre padres de familia, maestros o figuras educativas puede ser de mucha utilidad, pues el tema de la atención no radica únicamente en observar, sino asignar tiempo para los procesos en cuanto a ideas sobre la relación con los demás, y el desarrollo mismo de su educación formal e informal.
Muchas escuelas carecen de psicólogos
A la pregunta específica refiriendo la figura de psicólogos en las instituciones, respondió que en el caso de escuelas regulares existe un indicador, el cual arroja que no existe una figura de psicología en cada una de ellas, aunque enfatizó que no se trata únicamente de un trabajo de psicología para poder resolver este tipo de problemáticas, sino un trabajo en conjunto con vías de favorecer a los muchachos.
Desde su perspectiva, este indicador tiene que valorarse debidamente, ya que atender un problema de forma equivocada puede resultar contraproducente, valorarlo y hacer un análisis del caso y después incentivar el diálogo, poder atender sus necesidades que dan la posibilidad de hacer un trabajo más sistemático en este sentido.
Al cuestionarlo sobre la existencia de bullying en nuestro municipio, explicó que no se puede ocultar lo que es muy evidente, “le podemos llamar como sea a veces podemos cubrir este tipo de concepto, pero el fenómeno ahí está, desde luego que existe, sin embargo no todos los casos son atendidos de la mejor manera”, detalló.
Agregó que el problema en si es no saber cómo entrarle a la parte emocional de cada involucrado, pues parte del comportamiento de los agresores quizá no sea consciente, y es por ello que las víctimas sufren lesiones fuertes por el nivel que alguien más grande puede llegar a detonar al ejercer su violencia, siendo fundamental la participación de los padres, por ser ellos quienes los cuidan y educan en primera instancia.
En contexto, la parte que se tiene que trabajar es la reeducación, o el hecho de manejar desde unas reglas o normas dentro de la casa y de la escuela, el hecho de poder platicar y entender todas y cada una de las etapas del desarrollo que está viviendo, pues en su experiencia se ha demostrado que la incidencia es mayor en la etapa adolescente respecto a estos comportamientos.
Finalmente, expuso que todos los involucrados tienen esa responsabilidad, entonces el pasarse la bolita no va a solucionar un problema como este, y que entre más pronto se encuentre una solución más benéfico será para todos, concluyó.