* Los padres de familia y maestros son parte fundamental de esas acciones
Facundo Bartolo Salazar
Resulta urgente hacer cumplir la ley 303 contra el acoso escolar o bullying, siendo los padres de familia los principales responsables de la conducta de sus hijos, por la educación que les den en casa, expuso Mario Hernández Beatriz, oficial mayor de la Federación de Licenciados en Derecho. Comentó que se debe considerar que los padres pueden hacerse acreedores a sanciones por determinados delitos en las investigaciones de ilícitos, en caso de que ellos mismos permiten que sus hijos practiquen actos de violencia o delitos contra sus compañeros.
El exfiscal federal indicó que ese asunto se debe ventilar en las asambleas de padres de familia, tomando en cuenta que se debe acatar la ley 303, misma que fue aprobada a los 14 días del mes de octubre de 2011. Recalcó que los padres de familia son la base fundamental de la aplicación de dicha ley, y desde luego los maestros, quienes dependen de la Secretaría de Educación Pública, en cuyo ámbito debe haber responsabilidad a ese respecto en las delegaciones, direcciones escolares y las aulas de las instituciones educativas.
Enfatizó que es de interés general la prevención del bullying, pues contempló un caso hipotético de que fuese víctima de ese delito un niño que sea familiar de algún maestro, director de escuela, funcionario de educación pública o del Gobierno del Estado, situación en que seguramente se tomarían cartas en el asunto, a diferencia de una persona común. Insistió que independientemente de quien se trate, la violencia propicia violencia y es necesario prevenirla y desalentar cualquiera de sus formas.
Hernández Beatriz comentó que es denigrante ver cómo algunos niños o jóvenes humillan o golpean a sus compañeros o compañeras, por observar en ellos baja autoestima, al grado de que llegan a atentar contra sus vidas, tornándose situaciones desesperantes, como en el reciente caso de bullying en que perdió la vida un menor. Lo anterior, sobre todo en casos de muchachos muy humildes, quienes al carecer de recursos económicos, son criticados por su forma de vestir, porque usan lentes, o bien, por sus limitaciones para expresarse.
Opinó que en esos casos, los maestros deben inculcar el respeto a sus compañeros, a no burlarse de ellos, a no hacerlos sentir mal, ni a causarles daño psicológico y físico. Mencionó que cualquier persona que se dé cuenta que se está cometiendo un acto de violencia en que pudieran lastimar a un menor o incluso provocarle la muerte, sin intervenir para evitarlo, se trata de un acto de omisión que merece castigo. Afirmó que eso aplica tanto en familiares como en directores de escuela o maestros, pues son los indicados para imponer el orden, en todos aquellos casos en que sea necesario inculcar a niños y jóvenes el respeto a sus compañeros.
Cabe hacer mención que el licenciado Mario Hernández Beatriz ha impartido a través de los años conferencias gratuitas sobre la prevención de conductas antisociales ante alumnos de instituciones de los diferentes niveles educativos. Lo anterior, como parte de una búsqueda permanente de bienestar y beneficio social que redunde en favor, sobre todo de las clases más desprotegidas, y en especial los niños y las niñas.