Una semana después del cambio, el entonces subprocurador de justicia de la zona sur, Jorge Yunis Manzanares, reveló que desde la llegada del mando único el número de consignaciones a los ministerios públicos y juzgados había disminuido considerablemente, no precisamente porque los hechos vandálicos estuvieran a la baja, sino más bien por la falta de coordinación de los nuevos y certificados policías.
En este sentido adjudicó el poco trabajo realizado por parte de estos elementos a que la transición y el conocimiento de la operatividad seguían en proceso.
TRABAJARON SIN SUELDO.
Tras la liquidación de los adheridos a la PICMNC, 20 empleados del área administrativa permanecieron en las oficinas de forma inmediata con la promesa de ser recontratados; mientras que los operativos que hicieron exámenes de confianza y aprobaron, fueron enviados a la academia policial en el Lencero, y seis meses después serían re-ubicados en diversos puestos a lo largo y ancho del estado.
Sin embargo desde mayo y hasta agosto del 2013, de las 20 personas que habían permanecido en sus puestos quedaron finalmente cuatro, esto debido a que los demás desertaron al saber que no percibirían un sueldo por su labor, y que en cambio eso solo era mérito para poder, en algún momento no especificado, obtener su base.
Fuentes oficiales aseguraron que cuando el cuarteto preguntaba cuándo llegaría su base, y sobre todo, su salario, los “altos mandos” respondían con un: “aguántanos un ratito”, “tú ya estas adentro, solo falta que nos acomodemos bien”.
365 DÍAS SIN RESULTADOS
Desde la llegada del Mando Único a la zona sur, las quejas no han parado en contra de los elementos y su forma de operar, incluso las denuncias en los ministerios públicos siguen acumulándose.
A los elementos del “nuevo modelo policial”, aquellos que fueron sometidos a intensas pruebas de confiabilidad, y a los que se les pidió cierto grado de estudios para poder ser servidores públicos; los porteños los señalaron desde su llegada, sobre todo por sus muestras de prepotencia, el uso de la fuerza bruta, y el desconocimiento de las calles de los cinco municipios donde operan.
Luego de arremeter no solo contra la ciudadanía en general, sino también contra periodistas que intentaban cubrir los aspectos violentos que acontecían en los municipios donde estos tienen alcance; las demandas no se hicieron esperar, y entonces Bermúdez Zurita se comprometió a castigar y a erradicar estas conductas por parte de sus pupilos, no obstante, hasta el momento la situación no ha cesado.
Asimismo habitantes azotados por la delincuencia, han solicitado todo este tiempo que las Fuerzas Federales sean las que vigilen las calles y no los elementos de la policía del nuevo modelo, incluso, algunos uniformados han sido acusados de ser los mismos que llevan a cabo los hurtos en casas del poniente, y a los detenidos que están bajo los influjos del alcohol y hasta a los sobrios.
PROVOCAN ACCIDENTES.
Por el desconocimiento de las calles de las ciudades que vigilan, los gendarmes también han protagonizado diversos hechos viales con cientos de daños de por medio, ninguno de ellos ha sido procesado penalmente, en cambio los accidentes continúan, tal y como ocurrió apenas el pasado lunes 5 de mayo.
En esa ocasión un civil y dos elementos de la Policía Naval resultaron lesionados, se dio a conocer que el accidente fue generado por la patrulla 22-0253 de la Policía Naval, cuyo conductor Sergio Gamboa Virgen, aceptó haber sido el responsable del accidente, ya que debido a su imprudencia para conducir, cambió de carril de manera intempestiva impactando en su costado derecho una camioneta Toyota RAV 4 que se proyectó hacia el camellón, mientras que la patrulla continúo su trayectoria y terminó estrellándose contra una palmera, dejando daños ascendentes a los 40 mil pesos.
En julio del 2013 dos patrullas de la Policía Naval colisionaron en diferentes puntos de la ciudad, en el primero de los accidentes resultaron lesionados dos uniformados.
Incluso el pasado 4 de abril un policía perdió la vida tras caer de una patrulla, aunque en esta ocasión el accidente no fue provocado por los uniformados, la falta de experiencia de los recién egresados dejó este saldo en Coatzacoalcos.
POCO PERSONAL
En enero del 2014 el mismo Arturo Bermúdez Zurita reconoció que no existían aún elementos suficientes para que el Mando Único operara en los 212 municipios.
La población hasta la fecha continúa demandando más seguridad, el número de patrullas y elementos en comparación con las necesidades al menos de Coatzacoalcos, están muy por debajo de lo necesario.
Por ende los índices delictivos cada vez están más a la alza, todos los días se escucha que la población es víctima de asaltos en estacionamientos a mano armada, cristalazos, robo de vehículos y casa habitación, baleados, secuestros, y demás.
Aunado a esto, la base policial de Coatzacoalcos que está bajo las órdenes del capitán de infantería Miguel Ángel Ruiz Castillo, no ha dado a conocer hasta el momento un balance comparativo de los trabajos que ha realizado a lo largo de este año, mucho menos él ha dado una sola entrevista a los medios de comunicación.