El calvario para decenas de enfermos no es enfrentarse al mal que llevan al acudir a la clínica de salud, sino al llegar a la misma, ya que deben hacerlo en la madrugada en el caso de los del turno matutino para poder ser atendidos en los consultorios de medicina familiar, donde sólo se otorgan de dos a tres espacios para la atención médica.
Embarazadas, trabajadores, adultos mayores y niños deben terminar su sueño a las afueras de la fría entrada del Seguro Social para poder ser atendidos del mal que presentan y a pesar de que sea una urgencia el pasar a consulta familiar, el proceso a seguir es rigoroso para poder ganarse un lugar.
Temerosos de que al llegar les digan que son el tercero o el cuarto, los enfermos deben esperar desde las 5:30 hasta las siete de la mañana para ingresar a las instalaciones del seguro social y ahí esperar que la asistente les indiquen a cuantas personas pueden atender, por lo que los que no encuentran turno deben pasar a urgencias donde al final los regresan al consultorio familiar.
Lo mismo sucede con los enfermos del turno vespertino que a partir de las 14:00 horas comienza a recibir atención, por lo que los derechohabientes convalecientes por algún mal deben llegar desde las 7:00 horas en busca de un lugar en los consultorios familiares.
A ese burocrático proceso y la lejanía del hospital del IMSS se deben enfrentar a diario cientos de derechohabientes del Instituto Mexicano del Seguro Social que en otros Estados del país vienen trabajando ya con la entrega de turnos mediante citas telefónicas, proceso que los directivos en este Puerto parecen desconocer o lo omiten para seguir afectando la salud de cientos de tuxpeños y habitantes de municipios de la región.
Todo el proceso que sufre un enfermo para recibir atención médica parece ser desconocido por el delegado del IMSS en la zona norte, Antonio Benítez Lucho quien desde su arribo a ese cargo poco ha logrado hacer, como sucedió en su paso como titular de la CAEV o diputado federal, para cambiar el sistema que afecta a cientos de derechohabientes del Seguro Social que acuden a recibir atención médica en las clínicas de ese instituto.