El Festival de Lucerna abre sus puertas hoy y durante cuatro semanas para celebrar sus 75 años de existencia, en los que se ha posicionado como uno de los eventos más prestigiosos en el competitivo mundo de la música clásica.
El festival llama este año a una “¡revolución!”, con una apuesta particular por la creación, pero sin menospreciar los conciertos concebidos como tributo a la rica historia de la música clásica.
Richard Wagner será uno de los compositores centrales en la programación. Lucerna fue una ciudad que acogió durante seis fructíferos años al alemán.
Este año el español Pablo Heras-Casado tendrá la responsabilidad de reemplazar al director francés Pierre Boulez en la conducción de los conciertos de los días 7 y 9 de septiembre. La nota revolucionaria que este año se ha propuesto el Festival de Lucerna se reflejará el próximo día 29, cuando la Filarmónica de Berlín y su director más habitual, el británico Simon Rattle, presenten el que fuera hace ya 100 años uno de los estrenos más escandalosos en la historia de la música: Le Sacre du Printemps.
Otro compositores que emprendieron radicales innovaciones y cuyos trabajos respondieron a su vez a revoluciones políticas, sociales y culturales estarán igualmente en el corazón de esta edición del festival: Carlo Gesualdo, Beethoven, Hector Berlioz, Arnold Schoenberg, Dmitri Shostakovich y Helmut Lachenmann.