26 de Noviembre de 2024
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Tantoyuca-Artesanos: un sector en el olvido

-¡Hay Tantoyuca querida Tú me has dado la vida, el sombrero y el morral!

Por Guillermo Contreras

Cómo dice esa canción interpretada por Los Hermanos Gabriel, que bien puede ser considerada como un himno para la Perla de la Huasteca, ¡Hay Tantoyuca querida, tú me has dado la vida y me has dado tu cantar, hay Tantoyuca querida tú me has dado la vida, el sombrero y el morral! Pero, ¿en verdad hay quien se siente orgulloso de eso? ¿De las artesanías que se realizan por los indígenas creadores que le dan vida a esa canción interpretada por un grupo del municipio de Ixcatepec? o que sucede realmente en este sector que a la fecha es uno de los más olvidados, incluso por quienes radican en el municipio.

El escaso grupo de artesanos qué aun tienen la esperanza de llegar a la zona urbana a vender sus creaciones, se sienten olvidados, arrinconados, engañados, desilusionados, pues cada vez hay menos mercado para ellos que han sido consumidos, literalmente por el comercio informal y por promesas incumplidas de quien en su momento los agarró de bandera para brincar de una posición política a otra.

Pero la culpa es compartida, pues, desde el ciudadano normal que no valora lo que se crea en su lugar de origen, hasta aquel político que los olvidó, son acciones que han propiciado que artesanos vayan desapareciendo, dejando de lado la herencia familiar y buscar otra forma de vida.

 

QUE SIGNIFICA LA ARTESANÍA EN LA HUASTECA

La promotor cultural e integrante de la Asociación Civil Cultural De la Huasteca Para la Huasteca, Eloísa Hernández Meteos, considera que la artesanía es una característica que tiene la región y si bien es cierto que los Huastecos cuentan con un sinfín de expresiones culturales, el municipio cuenta con la elaboración del sombrero y morral que no sólo caracteriza a los tantoyuquenses, también en otros lados de la región están presentes.

“Vemos con frecuencia el uso del sombrero y del morral en un uso que ya no sólo es para el tantoyuquense, sino también para el Huasteco en general y eso debe de darle una importancia al quehacer cultural y la artesanía que es una de las principales características de Tantoyuca”.

Pese a la generalidad del uso de estos emblemáticos artículos que se supone deben de poner en alto, de inicio al municipio, y a la región, no se le da la importancia que merece.

 

NO SE VALORA LA ARTESANÍA NI POR CIUDADANOS, NI ARTESANOS, NI COMPRADORES

“El realizar un sombrero  es lo más difícil que hay, lleva un tejido doble que después se cose para formar una sola pieza, lo que originalmente se lleva un trabajo de al menos dos semanas y no se le da el valor que requiere; es por eso que es importante saber que debemos darle al sombrero y morral el valor que requiere, es un símbolo que tenemos y de alguna manera, inclusive de los mismos artesanos, darle la importancia y el valor como tal, el de una expresión cultural propia del Huasteco”.

Se necesita, por parte de la ciudadanía, autoridades, compradores y pueblo en general, que las artesanías no son cualquier cosa, forman parte importante de la esencia del huasteco y se debe de valorar a los artesanos, pese a ser un tema difícil.

“Cuando estamos en el parque y vemos la artesanía creemos que no vale tanto, y decimos - siempre hay- y siempre regateamos, entonces el artesano está acostumbrado a eso y es por eso que el primer paso que se debe de dar, es que como pobladores valoremos al artesano, el segundo es que el mismo artesano valore su trabajo, aunque la economía que estamos teniendo no nos deja tener ciertos privilegios y eso hace que el artesano traiga su producto a la plaza y se le olvide el trabajo que le costó hacer su producto por la situación y preocupación que tienen por llevar el sustento a sus hogares”.

 

TANTOYUCA MUNICIPIO SEMILLERO DE CREADORES CULTURALES

El municipio es considerado como semillero de creadores culturales, pero esas semillas están regadas por zonas, es decir, se divide por grupos de indígenas artesanos de palma y de zapupe (materia prima de la región) quienes son alrededor del 60 por ciento de los creadores que existen en el municipio y el otro 40 por ciento se divide en otros creadores artesanales.

Añade Hernández Mateos que, las zonas en donde se encuentran los indígenas tének, es donde se realiza mayormente las artesanías de palma y zapupe, en donde entra los creadores culturales más productivos y diversos.

“En la zona de Xolozuchitl, Rincón Laja, San Lorenzo y si ubicamos desde la carretera hacia el otro lado, es donde ubicamos a los artesanos tének que trabajan el zapupe; y por la zona de Mata del Tigre, Terrero Laja, Tecomate, es zona tének que trabaja, básicamente, la palma y, en la zona de Santa Clara, Casas Viejas, se trabaja bordados, máscaras de madera y en ocasiones la jarcieria, ahí son indígenas náhuatl; pero en Tantoyuca zona urbana se fusiona con parte del estado de Hidalgo y se trabaja la talabartería”.

La diversidad es tal que, se encuentra artesanía variada, tal como lo ha descrito la promotora cultural también conocida como “La Huastequita”, pues además del sombrero y el morral, los materiales que se ocupan para esos dos productos, han servido para otras creaciones que también representan a la Huasteca.

 

COYOTAJE UN MAL NECESARIO

La situación de valorar poco al artesano y sus productos, se agrava cuando se le valora poco, en este caso, se afecta a productores artesanales en general, resultando mayormente perjudicados los productores de zapupe y palma quienes ven en el coyotaje, la posible mejor forma de vender lo hecho.

“Nosotros pensamos que el coyotaje es parte del proceso de comercialización de las artesanías, no le vemos algo malo en que vengan personas intermediarias a comprar y se los lleven a vender a otro lado, claro, siempre y cuando ellos –coyotes- les den el valor que merecen. Si la gente comerciante intermediaria sabe que le va a ganar el triple, porque no se los paga de manera justa; porque ellos también son parte de la vida de los artesanos, deberían de ser una parte motivante y no desmotivante que se le vea negativamente”. Expresó La Huastequita.

 

SE NECESITA MÁS APOYO OFICIAL TAMBIÉN MAYOR PARTICIPACIÓN

Una de las pocas formas de apoyo que se dan de forma oficial, son las convocatorias que salen cada año, en ocasiones sólo son dos para creadores culturales entre los que se contempla a los artesanos.

En este año se lanzó la convocatoria a nivel regional en la que se invitó a grupos creadores exclusivos de la Huasteca, abarcando varios estados cómo lo son San Luis Potosí, Puebla, Hidalgo, Tamaulipas, Veracruz y Querétaro.

Además de la convocatoria a nivel regional, se encuentra la que a nivel estado se lanza año tras año denominada Programa de Apoyo a las Culturas Municipales y Comunitarias (Pacmyc) que tiene por objeto impulsar el desarrollo de proyectos culturales.

En el municipio de Tantoyuca se exhortó a los grupos y creadores en solitario a que se sumen a estos proyectos, pero la respuesta y el compromiso fue poco, tal vez por falta de interés o por desconfianza de que se otorguen los apoyos que se anuncian.

Asimismo, otro apoyo que poco se ve, es el del gobierno del estado que el 23 de septiembre del año 2013, mediante la dirección de Arte Popular del Estado de Veracruz, se llevó a cabo una compra masiva en la que al menos una vez en un año, los artesanos pudieron vender sus productos al precio que los  valoraron.

 

ARTESANOS VAN DESAPARECIENDO DE A POCO ALGUNOS OPTAN POR LA VENTA DE MATERIA PRIMA

La situación de los artesanos en general se ha ido agravando paulatinamente, grupos de creadores no sólo de sombreros o de morrales, han ido desvaneciéndose, así lo detalla uno de los líderes comunales y una artesana  creadora de los denominados chichapales.

Gilberto Ruiz Díaz, originario de la congregación Santa Clara, ha dado a conocer que en esa zona, los artesanos han ido desapareciendo poco a poco las razones, algunas, han sido mencionadas líneas atrás.

“Hay decadencia, van desapareciendo de a poco, ya no hay interés por seguir creando artesanías que se hacían en las comunidades”. Aseveró.

Añade que en esa zona se realizaban petates, escobas, cazuelas o chichapales, todo se hacía hace años desde sus bisabuelos y a las últimas generaciones no quieren trabajar eso por la poca demanda o solo por uso personal se realizan.

En la congregación de Chopopo, una de las pocas personas que siguen firme en el propósito de la creación artesanal de chichapales, es la señora Toña, informó en breve entrevista realizada hace unos meses, que la situación artesanal en su comunidad ha estado desapareciendo, pese a que había un grupo debidamente formado para ser considerados para apoyos, las pocas ganas de trabajar ocasionaron que ese equipo de trabajos se desvaneciera.

Hay quienes han optado por la venta de materia prima, pues si bien se cuenta aun con algunos grupos que no claudican, no cuentan con una estrategia que los haga completar el circulo, es decir, tener todo el proceso desde  la generación de la materia prima, hasta el terminado del producto final.

Se espera que la situación vaya cambiando, que los tres niveles de gobierno hagan algo por este sector que se encuentra en franca vulnerabilidad, o se esperarán a que alguien venga a patentar lo que en México se hace y sea vendido por extranjeros y al final la gente compre artesanía huasteca hecha en China.