26 de Noviembre de 2024
Director Editorial Lic. Rafael Melendez | Director General - Dr. Rubén Pabello Rojas

Poza Rica - Sergio, un fiasco

 

Nómina abultada y elevados salarios de los amigos del alcalde, impiden que la ciudad vea trabajo del ayuntamiento

 

Poza Rica.- Con un contralor a modo, cero resultados en obra pública y una nómina exorbitante, el flamante alcalde Sergio Lorenzo Quiroz Cruz muestra su verdadera cara ante la población pozarricense. A dos meses del inicio de su gestión, el ayuntamiento naufraga entre la inamovilidad y la carencia absoluta de ideas para cumplir con, al menos, una de todas sus promesas de campaña.   

A dos meses de haber tomado posesión de la Presidencia Municipal, Quiroz Cruz aún no inicia una sola obra pública en la ciudad y los ciudadanos observan cómo personal de compañías constructoras realizan “servicio social”, mediante bacheo de calles en fraccionamientos de lujo.

Los eventos de relumbrón, que incluyen clases masivas de baile, paseos en bicicleta que interrumpen el tráfico vehicular y balizamiento de unas pocas calles y banquetas, han servido para ocultar que la actual comuna no tiene una idea clara de qué hacer para responder a las necesidades de la población.

El equipo con que se ha rodeado el alcalde no sólo ha demostrado que no puede con el paquete, sino su deshonestidad; baste recordar que el actual contralor del ayuntamiento, Julián Javier Soni Solís, quien, de entrada, estaría imposibilitado para ejercer el cargo en esta ciudad, luego que en Coatzintla dejó un auténtico cochinero en la Contraloría general de ese ayuntamiento, por lo que le podría resultar una responsabilidad penal.

Las quejas de la ciudadanía son frecuentes y tienen que ver con carencias que la actual comuna no sólo no ha resuelto, sino que no lo ha intentado, con el pretexto de que no hay dinero y hay que esperar a que lleguen los recursos “porque el ayuntamiento está descapitalizado”, garlito en el que han caído decenas de patronatos de obra en colonias.

Como si se tratara de una extensión de la Sección 30 del STPRM, aspirantes a petroleros forman largas filas en algunos departamentos del ayuntamiento en espera de órdenes para realizar “labor social” y desplazan a trabajadores del municipio, en un afán de ahorrar gastos, sin que esto represente un beneficio para la población.

Mientras tanto, la ciudad se hunde en la inseguridad, carencias en servicios básicos y un ayuntamiento con una nómina engrandecida que no responde a los reclamos de una población que amenaza con movilizaciones y boicoteos a actividades, como el desfile del 18 de marzo.