Capitanía de Puerto y Protección Civil los solapan
Tecolutla.- Derivado del desorden y la falta de vigilancia que impera en las playas de este destino turístico por parte de las autoridades en su conjunto, pero principalmente de Protección Civil Municipal y de la propia Capitanía de Puerto, prestadores de servicios ponen en riesgo la integridad física de los visitantes, como ocurrió en marzo del año pasado, cuando perdió la vida un menor de edad y hasta el momento no se le fincó responsabilidad al propietario de la banana donde el pequeño disfrutaba de un rato de diversión.
Esa ocasión el menor, Tomás Eduardo Serrano Sánchez, de 8 años de edad, quien había llegado junto con sus familiares procedente del Estado de México, obtuvo el permiso de sus padres para subir a una “banana” denominada “Juan Bananas 2”, con tal mala suerte que la falta de experiencia y capacitación del marino de la lancha, al hacer un viraje sin la debida pericia, terminó volcando totalmente el accesorio acuático que cayó sobre el menor; lejos de auxiliarlo, sacaron la embarcación y huyeron del lugar, abandonándolo a su suerte.
Sin embargo, como suele suceder, el Ministerio Público lo tomó como un “accidente” más; sin reparar en que además de omisión de auxilio, también hubo irresponsabilidad tanto por parte de los marinos que tripulaban la lancha y la “banana”, como por parte del propietario de la misma, identificado como Juan Gabriel Ragazzo Becerra.
Tampoco la dirección municipal de Protección Civil intervino en el caso, a pesar de ser de su competencia, pues fue ignorada la prohibición de salir bajo la “marea alta” y los ocupantes no llevaban el “chaleco salvavidas”.
Cabe señalar que a pesar de los exhortos por parte de Protección Civil de no salir cuando el oleaje se torne peligroso, tal parece que no les interesa la vida de los bañistas y sólo les ha importado ganarse unos pesos que cuidar la integridad de sus clientes y la dependencia hasta ahora se muestra solapadora, pues no obliga a los prestadores de servicios turísticos a cumplir con las normas.
También la Capitanía de Puerto incurre en responsabilidad y complicidad, al no sancionar a los propietarios de las embarcaciones por no tomar las medidas pertinentes, propiciando una total anarquía en las costas, pues es una obligación para todas las lanchas que salen al río o altamar, que la tripulación porte los “chalecos salvavidas”, así sean turistas o pescadores furtivos también deben hacerlo.
En el caso de estos último, son muchos casos no cuentan con el recurso para allegarse de este accesorio que le otorga más años a su vida y han partido arriesgando su integridad y con mayor necesidad se debe proteger a los turistas, más aun si se trata de menores de edad, los que son arriesgados al permitir que aborden las tan peligrosas “bananas”, cuando no se garantiza su seguridad.