Los profesores se han convertido en generadores de bullying, sobre todo en comunidades serranas, advierte la Comisión Estatal de los Derechos Humanos
Por Isaac Carballo Paredes
Poza Rica, Ver.- Los índices de violencia dentro de las aulas han pasado de generarse entre alumnos para ser los mismos profesores los agresores; para muestra de ello, este jueves la delegación regional de la Comisión Estatal de los Derechos Humanos (CDH) informó que cuenta con la denuncia de un caso de agresión física grave en el municipio de Tamiahua.
Se trata de una menor que fue violentada físicamente por su profesor, en una escuela rural del citado municipio, por la severidad de los golpes los tutores de la niña denunciaron los hechos ante el Ministerio Público, para que se castigue al infractor.
Tonatiuh Hernández Sarmiento, delegado del citado organismo, aseveró que este tipo de agresiones a estudiantes por parte de sus maestros es común en localidades y comunidades, sin embargo, la mayoría de estas no es denunciada por miedo.
Sin embargo, este no es el único caso registrado en los escasos días trascurridos de este mes, el martes cuatro de febrero, padres de familia de la escuela Telesecundaria "Emiliano Zapata", denunciaron a la profesora Norma de la Cruz Juárez, la cual obliga a sus alumnos varones a manosear a las jovencitas, según como un acto de disciplina.
La gravedad de este tipo de actos causó revuelo entre los habitantes de Papantla, al grado de tomar las instalaciones de la escuela para que la profesora morbosa, fuera suspendida permanentemente de sus actividades, ya que invitaba a su esposo a ser espectador de sus actos de disciplina.
Durante los últimos meses de 2013, también fueron frecuentes las denuncias de agresión psicológica y verbal por parte de profesores hacia sus alumnos que no participaban en actos, vicios y programas sociales, debido a sus creencias religiosas.
Hernández Sarmiento exhortó a los padres de familia a mantener una buena comunicación con sus hijos, y denunciar cualquier acto de violencia en las escuelas, ya sea por parte de alumnos o maestros, actos que son castigados por la ley, pero que sin una denuncia quedan en la impunidad.