Martínez de la Torre, Ver.- (AVC) El derrame de sosa caustica, generado -el fin de semana- por la procesadora de jugos Citrofrut en el río Bobos y el arroyo “Bacinica”, causó serios daños al ambiente, pero además dejó serias afectaciones a la economía de por lo menos 300 familias de pescadores de San Rafael y Nautla, que ahora exigen a las dependencias, estatales y federales, que apliquen todo el peso de la ley contra la empresa responsable.
Según lo expresado por el señor Abraham Bautista Galindo, presidente de la Asociación Civil “El Eslabón Perdido”, el daño ocasionado por la juguera, debería motivar a las dependencias encargadas del cuidado al medio ambiente a hacer una investigación a fondo en el tema de contaminación, no solo de esta empresa, sino de todas las industrias que se encuentran asentadas en esta zona y que, de alguna manera, hacen descargas residuales en los afluentes que las circundan.