Una de las enormes desventajas de las empresas como Compartamos, Concréditos, Micronegocios, que otorgan préstamos en grupo, generalmente para mujeres, es que firman un pagaré por otra persona, con la complicidad del promotor de la empresa y muchas veces ni las conoces, es ahí donde comienza el problema, dijo el servidor público.
Agregó que se suman en promedio 20 denuncias contra promotores, cobradores o empleados de empresas dedicadas al préstamo grupal, principalmente contra Compartamos banco.
Las quejas también se dan por el despotismo de empleados, como dijo la señora Margarita: En "Compartamos Banco" sucursal Zaragoza su gerente es prepotente, cancela créditos por el simple hecho de ver a la persona y desbarata los grupos, "quiere que todos la respeten como si se tratara de un Dios", afortunadamente logró salir del problema.
Los asuntos ventilados en dicha agencia son aquellos que no se logran solucionar con el gerente de la empresa o bien por Condusef, pero la mayoría son conciliatorios, de personas morosas que dejan de pagar y por la agresividad de los supervisores de la empresa, sobre el método de recuperación de cartera vencida.
Para otra quejosa, la empresa Compartamos no pierde; para que se logre el préstamo se conforma el grupo de diez personas o más, a cada una se le otorgan 5 mil pesos, de esos 500 pesos quedan en fondo, desde ese momento la usura comienza, además tienen que mantener una cuenta de ahorro.
El adeudo grupal es de 50 mil pesos, dejando en fondo 5 mil pesos, préstamo que se irá liquidando semanalmente, sin importar que alguien no pague. Cuando falla se hace lo que se llama "solidario", que en términos coloquiales es "tú pagas lo que el otro no pagó".
Es aquí donde entra la presión psicológica del representante de la empresa, en otras simplemente la presión se ejerce sobre la tesorera del grupo, mientras que la micro financiera no apoya, sólo dice "me pagas, porque me pagas", refirió doña Martha, del grupo solidario.
La usura es redituable, dice el abogado Ricardo Morales, los beneficios son para la micro financiera, que durante 16 semanas reciben los pagos, ellos obtienen ganancias de los intereses que se generan.
Además debes dejar una especie de anticipo del 10 por ciento de lo que vas a pedir; solicitas un préstamo por cinco mil, dejas 500. Esto lo hace cada integrante del grupo. Es cosa de sacar cuentas de todo lo que se junta de todos los grupos que existen a lo largo de la República Mexicana, esa remesa se vuelve a prestar, es decir, es dinero de la gente el que se mueve, nos comentó.
Por eso recomienda no solicitar préstamo con ellos, aunque señala que la culpa no es de la microempresa, aunque al hacer préstamos grupales, el interés o porcentaje mensual se multiplica, es donde está el hilo de la madeja y traerá consecuencias graves a sus finanzas.