Quedaron prácticamente secuestrados luego que fue cerrado el puente Coatzacoalcos I y el puerto a la navegación, sumado a la actitud del alcalde de ignorar las peticiones de los habitantes
Valentín Márquez
Coatzacoalcos
Vecinos de Villa Allende, además de sufrir con los cierres del puente y la falta de transbordador, padecen la falta de vigilancia y están a merced del hampa, por lo que reclaman al Gobierno del Estado una respuesta inmediata al renglón de seguridad debido a la actitud tomada por el alcalde Marcos Theurel, quien ignora las peticiones de los habitantes.
El día de ayer los más de 20 mil habitantes de 17 colonias asentadas en Villa Allende sufrieron las acciones de autoridades que, al cerrar el puerto y el puente Coatzacoalcos 1, quedaron prácticamente secuestrados, además de sufrir la falta de elementos que realicen rondines y evitar que se sigan consumando hechos delictivos.
Natividad González, dirigente de la CNOP, explicó a este medio que hacen falta elementos del Mando Único que realicen la vigilancia, pues taxistas del gremio han sufrido los asaltos que comenten pandilleros de los sectores, sobre todo en las inmediaciones del paso de lanchas donde la vigilancia es nula.
Para otros, los pocos elementos sólo se encuentran enclavados en el retén del fraccionamiento Rabón Grande debido a la falta de patrullas y gasolinas para las dos existentes, por ello los rondines son escasos y sin resultados.
El conocido pintor Eguan alzó la voz y pidió la intervención de la autoridad competente debido a que es notoria la falta de vigilancia, asunto que los delincuentes saben de ante mano y por ello cometen sus fechorías; “saben que no serán detenidos en infragancia, por ello asaltan y roban en las colonias”.
Es necesaria la instalación de cámaras de videovigilancia en puntos estratégicos, y mayor equipamiento motorizado o caballería para realizar la vigilancia en esta importante Villa, además corre mucha venta de droga sin que el llamado Mando Único haga algo al respecto, explicó otro de los entrevistados.
Habitantes que pretendían bajar a la ciudad esperaban que el puente fuera abierto debido a que el paso había sido cerrado por la Capitanía de Puerto por las rachas de vientos; el servicio de urbanos y taxi no quería realizar la ruta por el puente Antonio Dovalí Jaime, por lo que sólo llegaban a la caseta y de ahí la gente tenía que realizar una larga caminata; ésta era la inconformidad que sumada a la falta de vigilancia hacen de Villa Allende un lugar secuestrado y atacado por la delincuencia.
Aseguran que la falta de seguridad es en toda la villa, no sólo en algunas de las 17 colonias o el paso de lanchas, por lo que podrían organizar comandos de vigilancia para ahuyentar a los “malosos”, que al parecer tienen algunas componendas con los paupérrimos elementos que en lugar de cuidar a la población, cuidan a los delincuentes, dijo la señora Carolina Hernández de la colonia Pescadores.