Por Juan Carlos Jiménez Benavídez
Tlapacoyan, Ver.- En lugar de dar una “nueva cara” a la actual administración, es todo lo contrario, toda vez que se ha vuelto una administración de puertas cerradas y no abiertas como el presidente municipal Víctor Juan Apolinar Barrios lo manifiesta.
Toda vez que a pesar de estar a tres días para concluir el plazo y que reciban el estado en que se concluyó la pasada administración, las actuales autoridades se han negado rotundamente a recibir algo de Nayeli Jarillo Núñez y su cuerpo edilicio, haciéndole mal no a la actual administración, sino a cientos de familias que no han podido recibir sus beneficios de programas sociales aterrizados.
Siendo todo lo contrario a lo manifestado acerca de que la tesorería municipal no tiene recursos económicos o no fue encontrado un solo peso en el erario, recursos si los hay pero no los quieren recibir, siendo cerca de cinco millones de pesos, los cuales aún están en poder de la pasada administración y son recursos de los tlapacoyenses.
Los cuales es fecha en los que la rebeldía y el ‘revanchismo’ político se han impuesto en la actual administración para que estos recursos no ingresen a la tesorería municipal, además de que quieren ser desviados para cubrir otros compromisos del actual presidente municipal, situación donde la legislatura local tendrá que poner orden y que sean recibidos los estados de la pasada administración.
Siendo entre ellos más de tres millones de pesos que son recursos federales del programa Vivienda Digna, donde varias familias tlapacoyenses no han podido tener su patrimonio porque la actual administración se dice sin recursos para solventar los gastos correspondientes, debido a que no quieren recibir dichos recursos, solamente porque está en poder de una pasada administración distinta al actual partido político en el poder.
Además de que existen otros recursos más que son para obras de beneficio social y que tampoco han querido recibir, al grado de ordenar el no ingreso de los exediles a través de elementos policiacos, quienes argumentan tener órdenes del alcalde para no dejarlos entrar a la casa del pueblo, así sea para realizar trámites personales.
Y no extrañaría que en próximos días también sean vetados los representantes de los medios de comunicación a esta casa de los tlapacoyenses, al no sentirse agraciados los funcionarios municipales y poder al descubierto la “nueva cara” que quieren dar a los conciudadanos.