Fernando Hernández/Xalapa.- Fulgurante. Lleno de velocidad. Sin darle tiempo aparecer al dolor en el cuerpo tras fraguar la batalla.
Juventud 2000 conquistó la Copa Xtreme Warriors en lo que fue la presentación de la empresa en el Gimnasio Coatepec.
Un combate de cuatro esquinas donde venció en la final al chileno Hellspawn, y donde también compitieron X Fly y Pagano.
La violencia. Los castigos. La adrenalina. Ingredientes básicos para lo que fue el regreso de la lucha extrema a esta región de Veracruz.
Ninguno de los cuatro se tentó el corazón en la modalidad de Rancho Texas, donde el ensogado tenía enredado alambre de púas y el cuadrilátero quedó sin lonas, por lo que el contacto fue directamente sobre las tablas.
El Gimnasio Coatepec fue insuficiente porque los gladiadores terminaron entre las sillas de la primera fila y entre las pequeñas gradas del recinto, azotando sus humanidades contra el cemento.
Sillas. Lámparas. Alambre de púas. Arsenal suficiente para aliarse con la valentía de los luchadores para partirse el alma por el reconocimiento del público que por un lado se vio sorprendido y el otro vivió el frenetismo.
Al final Juventud 2000 salió con la espalda lacerada, pero con la victoria y un premio económico en la mano, ya que la afición se lo brindó en reconocimiento al esfuerzo del enmascarado, que tan sólo trabajó con su capucha y un short para recibió el castigo.
“Estoy bien contento de esta lucha, este premio se va a Tijuana, y para la gente que no cree en mí se están viendo los resultados”, señaló recién descendido del ring.
Nativo de Hidalgo, pero radicado en la frontera norte del país desde hace un tiempo, el elemento mostró un físico impresionante, pero más allá su condición física.
“De a poco he ido logrando lo que quiero y tengo los suficientes pantalones para luchar como lucho; otros luchan con pantalones y playeras, véanme a mí, yo sí me rompo la madre”, añadió.
Finalmente, agradeció el reconocimiento del público y lanzó el reto al andino Hellspawn por el campeonato chileno que ostenta.