EL UNIVERSAL
CIUDAD DE MÉXICO
Dicen que Salvador Sánchez pudo ser más grande que Julio César Chávez; que su capacidad pulmonar le permitía recuperarse en pocos segundos y que su muerte en 1982 fue provocada para simular un accidente.
Sal, como se le conocía mediáticamente, fue el boxeador más dominante de la época en peso pluma, protagonizando épicas batallas triunfadoras contra pugilistas como Wilfredo Gómez, el bautizado "Verdugo de mexicanos"; Azumah Nelson y Danny "Coloradito" López, entonces considerado de los mejores del orbe.
El cineasta Paco Álvarez, quien lo vio siendo un niño, consideró que era necesario contar la historia para las nuevas generaciones y durante la pandemia, con entrevistas a la familia y amigos del deportista, usando material de stock y escudriñando en eso que poco se conocía de él, realizó un largo documental ya disponible.
La película, titulada "Sal", forma parte del Festival Internacional de Cine Documental de la Ciudad de México, luego de haber ganado 15 premios internacionales y recorrido certámenes de Japón, Italia y Francia.
"Hablamos de uno de los mejores atletas que ha tenido México y esta generación no lo conoce. Había mucha polémica sobre el accidente que tuvo, había hilos sin resolver y lo que quise hacer fue esclarecer algunas cosas.
"Estoy seguro que a partir de este retrato van a pasar cosas importantes con esta figura, de que se generen otros contenidos basados en él", considera el cineasta.
Álvarez rodó el material durante 2021 en Santiago Tianguistenco, Estado de México, donde nació y creció Sánchez, así como en algún gimnasio de la Ciudad de México.
A su mamá, expareja e hijos, se acercó mediante la empatía. Sabía que sería doloroso para ellos recordarlo, pero también que es una figura de la cual se sienten orgullosos.
Sánchez murió a los 23 años y su sepelio fue transmitido en vivo por televisión.
"Sí era importante ver cómo peleaba, pero toda esta historia es de lo que piensa la familia, lo que había sucedido. Había dos Salvador: el de los medios, el que todos conocían, pero también el de la familia, el de su casa, con sus amigos, que normalmente no se veía", comenta el realizador.
"Él de niño corría, trabajaba y si se suma la altura del lugar donde nació, donde es difícil respirar y entrenaba, entiendes que eso le ayudaba a recuperarse en una pelea", agrega.