EL UNIVERSAL
CIUDAD DE MÉXICO
El luchador Súper Muñeco, uno de los gladiadores más emblemáticos del pancracio nacional, falleció vida luego de estar varios días hospitalizado por estar muy grave de salud debido a un fuerte golpe en la cabeza que sufrió durante una función de homenaje en California.
Alejado de las polémicas, el Súper Muñeco fue un personaje limpio, ligado siempre a la idolatría de los niños, que construyó a lo largo de cuatro décadas una carrera poblada de triunfos, hasta convertirse en unos de los desenmascaradores más grandes en la historia del pancracio mexicano.
Surgido al profesionalismo bajo el mote del Sanguinario Jr., su destino era la esquina del bien y en 1983 se transformó en el Súper Muñeco bajo la promoción del Pabellón Azteca, donde se convirtió en un auténtico ídolo.
Representar a un payaso sobre el ring fue su primer gran obstáculo, ya que a los entonces estrellas de la lucha libre no les parecía del todo trabajar al lado de alguien que "demeritaba" a su deporte, pero el Muñeco demostró ser buen elemento y terminó por convencerlos.
Aliado al Súper Ratón y Súper Pinocho formó el legendario Trío Fantasía, con el que redondeó su historia como gladiador hasta convertirse en una leyenda de los encordados.
Junto a ellos y Coliseo 2000, llenó la Arena México para acabar con las incógnitas de las cuatro Tortugas Ninja, en diciembre de 1990, tal vez su mejor momento como profesional. Al año siguiente repitieron la dosis sobre los Thundercats, en Monterrey.
Es difícil tener una cifra exacta de las máscaras que ganó en su carrera, pero parece estar a la par o solo detrás de Estrella Blanca, quien presumió más 200 triunfos en este tipo de combates.
El Hombre Lobo, el Guarura (hoy el réferi Rafa El Maya), Espantapájaros, Médico Asesino Jr., Mazinger Z, Coco Negro, Coco Rojo y Cadáver I, figuran entre sus principales víctimas.
Fue campeón nacional, del Distrito Federal y mundial en la modalidad de tercias; además de mediano de la WWA y semicompleto de la WWA. Este miércoles murió a los 59 años de edad, un gladiador que rompió moldes y se ganó su lugar a sangre y lágrimas.
Súper Muñeco y su sufrimiento para ser profesional
La batalla más grande enfrenta a dos gladiadores poniendo sus máscaras en juego, y en México un esteta hizo del triunfo en esos combates una adicción: Súper Muñeco, un luchador que sudó sangre para ser profesional, hasta convertirse en una leyenda de los cuadriláteros.
Nació con la lucha libre corriendo en sus venas. A los seis años ya entrenaba, viendo en su padre su principal motivación, después, a los 14 empezó a luchar, pero su progenitor hizo honor a su nombre (Sanguinario) parándolo en seco: "En la arena San Juan, me vieron luchar sus compañeros y cuando llegué a la casa ya me estaba esperando con el cinturón y me dio una tunda", solía recordar el Muñeco.
Pero sabía que su padre tenía razón, solo que la juventud y las ganas de ser luchador lo nublaron hasta que logró darle vida al popular personaje, que inspirado en Cepillín y otro luchador llamado el Vagabundo, dio sus primeros costalazos en 1983.
Los obstáculos surgieron por todos lados, usar una máscara de payaso ofendía a muchos, pero su arrojo le dio el valor para vencerlos: "Te voy a ver luchar y si no respondes, vas a ver cómo te va a ir al bajar", le dijo César Valentino alguna vez. La respuesta la dio el público, que emocionado le aventó dinero por su manera de luchar.
Valentino le pidió que lo buscara después, pero el chamaco no quería luchar en las arenas grandes, hasta que sorpresivamente apareció su nombre en una revista, donde anunciaban su debut en el Pavillón Azteca: "Me daba miedo y no estaba seguro de ir. Recuerdo que en la puerta del lugar, todavía me resistía a entrar", compartió en entrevista con EL UNIVERSAL hace unos años.
Además no contaba con licencia del Distrito Federal, y el comisionado en turno se negaba a dejarlo luchar, pero mucha gente iba a ver al nuevo esteta y tuvo que acceder, con la condición de que aprobara después el examen, la respuesta surgió otra vez del respetable: "Me volvieron a aventar dinero".
Ante la afición, el personaje había aprobado, pero a la hora de buscar su licencia, la rudeza lo azotó: "Hice cuatro veces el examen y lo pasé, pero no me dejaban luchar con esta máscara. Hasta que me rompieron la nariz me la dieron".
La fama se había apoderado de él, pero no se daba cuenta, era sólo su trabajo: "Cuando llegaba a las arenas y la gente se me dejaba venir me asustaba, no sabía lo que pasaba". Su vida había cambiado, la lucha libre se apoderó de ella y él aceptó entregarse por completo: "El hombre encarnó un sueño infantil y demostré que sí se puede hacer realidad".
Las máscaras fueron cayendo, muchas veces temió perder, pero los trofeos se fueron acumulando, desde la primera tapa del Intocable hasta la de Coco Verde, la leyenda fue creciendo hasta presumir más de un centenar de incógnitas ganadas.
El Súper hacía homenaje a su padre en estas batallas, se volvía un sanguinario: "Andas con el personaje en la mochila, sufres y gozas con él, cuando me pongo la máscara cambio, entra otro tipo dentro de mí y me transformo", relataba.
Entonces, admitía que se tendría que ir algún día y al preguntarle qué le diría a Súper Muñeco si lo tuviera enfrente, la persona detrás de la máscara se rompió y se humanizó: "Le diría gracias, y también a Dios por haberme permitido encarnar este personaje".
Se inspiró en Cepillín para crear su máscara
El personaje de Súper Muñeco surgió en 1983, su máscara lo caracterizó a lo largo de su carrera, misma que está basada en el payaso Cepillín.El luchador Súper Muñeco murió este miércoles a los 59 años de edad, en los últimos días se reportó que el gladiador se encontraba hospitalizo y su estado de salud era grave.
"Gracias a este señorón del espectáculo fue que inspiré para hacer la máscara de Súper Muñeco", declaró el luchar a "Estrellas del Ring".
"El personaje yo lo cree en la preparatoria, y a los 22 años se convirtió en Súper Muñeco", declaró el luchador en una entrevista a "Más Lucha".
La tapa del histórico gladiador estaba conformada por la característica sonrisa blanca, un fondo negro y la nariz roja, todos los detalles del maquillaje que utilizaba el conocido Cepillín.