27 de Noviembre de 2024
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Inglaterra va a la final contra Italia

 

 

 

 

 

 

 

Le ganó a Dinamarca con un penal muy polémico.

CLARIN

CIUDAD DE MÉXICO

En Wembley, el equipo de Gareth Southgate se impuso 2-1 en el alargue. Arrancó perdiendo por el golazo de Mikkel Damsgaard, de tiro libre y lo dio vuelta con los tantos de Simon Kjaer, en contra y de Harry Kane en el rebote de un penal que solo el árbitro vio. El domingo se juega el título ante la Azzurra.

La letra de “It’s coming home” nació en tono de broma pero se fue convirtiendo en un aliado. Los hinchas la adoptaron, suena en las canchas cuando juega la selección pero también en los pubs hasta liderar el ranking de descargas en las plataformas musicales. “El fútbol viene a casa / todos parecen saber el resultado / lo han visto todo antes / están seguros / de que Inglaterra va a tirarlo / va a arruinarlo”. Es parte del karma con el que carga Inglaterra, ése que intentará dejar atrás el domingo en su primera final del torneo, ante Italia y justamente en Wembley.

Fue en el marco de la Euro que se jugó allí en 1996 que dos humoristas de la BBC compusieron la canción que ahora suena en la previa de cada partido. En aquella edición la sequía ofrecía un número redondo: 30 años sin alegrías desde el Mundial 1966. Y se estiraría tras la derrota en semifinales ante Alemania por penales. El remate decisivo lo falló Gareth Southgate, el hombre que ahora desde el banco busca coronar su revancha.

Y otra vez hay un penal en el medio. Ahora a favor pero cargado de polémica por la supuesta infracción que solo vio el juez y que no corrigió el VAR cuando ya se jugaba el tiempo extra. Poco le importa a Inglaterra. A su sueño postergado que está a solo 90 minutos.

Más allá de la discusión por el penal que Kasper Schmeichel le atajó a Harry Kane y que en el rebote el goleador (igualó a Gary Lineker como el futbolista  inglés con más goles en fases finales de Mundiales y Eurocopas, con 10 goles) transformó en el pasaje a la final, Inglaterra merecía llegar al último partido. Lo fue demostrando a lo largo del certamen y también al forzar el triunfo en un choque cerradísimo frente a la dura Dinamarca.

Cada uno con sus armas, armaron 120 minutos vibrantes. Con la constancia y el esfuerzo de los daneses que fueron de menor a mayor en el certamen y resurgieron a imagen y semejanza de su capitán Christian Eriksen, protagonista del dramático episodio en el debut.

Cinco defensores, cuatro mediocampistas, con Braithwaite y Damsgaard, dos atacantes bien abiertos por los costados y arriba solito Kasper Dolberg. Con orden, y siempre moviéndose en bloque, Dinamarca fue pasando los sofocones que inevitablemente iba a tener frente a un rival superior, con mayor jerarquía individual, que tiene a Raheem Sterling en estado de gracia, una dinámica aceitada en el ataque y buenas variantes en el banco para renovar energías cuando las piernas se aflojan.

Arrancó mejor el equipo de Southgate pero cuando a los 30 minutos Mikkel Damsgaard metió su golazo de tiro libre el partido ya atravesaba el momento de mayor fortaleza anímica de Dinamarca. Solo con un bombazo seco y potente pudieron romper el invicto de Pickford.

El 1-0 generó la reacción inglesa. Allí también se ve el estirpe de un equipo. Se encendió Bukayo Saka (gran acierto del técnico que lo eligió por encima de Foden o Rashford) desbordando a todos por derecha, conectó muy bien Kane, saliendo del área y dejando ese espacio para que lo explote Sterling. En la primera, tapó a quemarropa Schmeichel; en la segunda, fue gol en contra de Kjaer en su intento de despeje.