Mercedes se recuperó en el Gran Premio de Australia para terminar liderando la primera carrera de la temporada, para que Nico Rosberg consiguiera su cuarto triunfo al hilo contando las últimas tres carreras de 2015, mientras que Lewis Hamilton acabó segundo y Sebastian Vettel cerró el podio.
Después de que la arrancada fuera abortada por un problema en el monoplaza del Daniil Kvyat, para el segundo intento Ferrari dio la sorpresa al “madrugar” a las “flechas plateadas”, con una brillante salida tanto Vettel como Kimi Raikkonen se fueron rápidamente a los primeros lugares.
Pero cuando mejor ritmo llevaba el alemán, liderando la vuelta 19, vino un grave accidente cuando Fernando Alonso intentó un rebase A Esteban Gutiérrez, pero hubo un contacto y el español perdió el control de su monoplaza, el cual se fue al muro y luego se proyectó violentamente hacia el frente cayendo en una escapatoria del circuito.
Fueron minutos de incertidumbre al ver el McLaren totalmente hecho pedazos, sin embargo Alonso tranquilizó al paddock y al público al salir por su propio pie del coche.
Gutiérrez, quien también abandonó, quedó a un lado con su coche dañado en menor medida e inmediatamente se bajó para cerciorarse que el español estaba bien.
Ambos fueron a revisión médica por protocolo y dados de alta antes de terminar la carrera en un accidente que a pesar de lo espeluznante que se vio, no tuvo consecuencias gracias a la tecnología en el sistema de seguridad de la cabina del monoplaza. Sin embargo, el incidente obligó a la bandera roja para limpiar el trazado por lo que la carrera se paró unos minutos.
De regreso, Vettel no la pasó bien, ya que se le esfumó su ventaja y cuando más necesitaba a su compañero para cuidarle las espaldas, Raikkonen abandonó por un problema de motor.
Para rematar, el alemán sufrió con una parada lenta en pits que le complicó sus opciones de mantenerse en la lucha por la victoria a su regreso. Mientras tanto, Rosberg aprovechó todas estas circunstancias para llegar a primero con Hamilton atrás.
