El equipo RKC Waalwijk decidió dejar atrás la tradición de entrar al campo de la mano de niños con uniforme de futbol.
En un juego de la segunda división de Holanda, los chicos fueron cambiados por sexys modelos en lencería.
Se trató de una idea de una marca de ropa interior para mujer, que aprovechó el fin de semana de San Valentín para promocionarse.