Los Juegos Olímpicos se han convertido en un evento maldito para el futbol femenil mexicano. Una vez más, la Selección que dirige Leonardo Cuéllar se perderá la justa, tal y como sucedió en cuatro de los últimos cinco procesos desde que el exjugador de Pumas es el técnico, es decir desde 1998.
La derrota de ayer ante la selección de Costa Rica, en un duelo en el que el Tri requería sólo empatar para acceder a las Semifinales, y ahí buscar su boleto a Río de Janeiro, es un duro golpe para Cuéllar, sus métodos de trabajo y la confección de su plantel.
Sólo en Atenas 2004 el Tri Femenil pudo mostrarse en el evento deportivo de mayor trascendencia.
Falló cuatro años antes para Sydney 2000 y luego lo hizo en tres ocasiones en fila, teniendo como colofón lo sucedido ayer en el Toyota Stadium de Frisco.
México tuvo que luchar contracorriente desde el inicio del partido, pues apenas al minuto 10 ya perdía, luego que Raquel Rodríguez abriera el marcador para las ticas. A partir de ahí, nada fue sencillo para el cuadro de Cuéllar, que además sufrió la baja de Nayeli Rangel, quien dejó el partido por una lesión.
Costa Rica mantuvo el orden, así como la ventaja, y al inicio del complemento aumentó su ventaja por la vía del penalti, ejecutado por la misma Raquel Rodríguez.
El Tri sólo tuvo como argumento el no bajar los brazos y esa lucha por empatar el juego le redituó en el tanto de Maribel Domínguez a 12 minutos del final. La veterana goleadora dio esperanzas a su equipo gracias a un gran remate de chilena que venció el lance de Dinnia Díaz.
Maribel pudo ser la heroína del equipo, pero en tiempo añadido falló un mano a mano con la portera rival. Era el gol de la clasificación, pero instantes después se señaló el final del juego y así la consumación de un nuevo fracaso.
Además, con este resultado, la lista de promesas de la Comisión de Selecciones Nacionales para 2016 tiene su primer tache, pues uno de los objetivos era llegar con este equipo a Río de Janeiro, situación que una vez más no será cumplida.