- Ganó la cuarta etapa con final en Cambrai
Cambrai, Francia
El Universal
A Chris Froome le preocupa poco que la camiseta de líder en la Tour de Francia haya pasado a Tony Martin tras la cuarta etapa de la prueba, el martes porque estaba más interesado en mantenerse a salvo en el traicionero recorrido por los adoquines.
Tras salir de la competencia del año pasado debido a una caída, luego de caer tres veces en dos días, Froome tenía razón para estar nervioso ya que en esta etapa había siete secciones con adoquines.
Pero la pesadilla que pudo haber sido nunca se hizo realidad y el ciclista británico aguantó los ataques del campeón defensor, Vincenzo Nibali, quien trató de reducir la ventaja que lleva Froome.
"No traté de mostrar lo fuerte que soy en los adoquines, traté simplemente de no meterme en problemas", dijo Froome, ganador de la competencia en 2013.
Aliviado tras navegar sin problemas durante la última sección, de pavimento. Froome no persiguió al alemán Martin, quien a tres kilómetros de la meta se escapó para llevarse la etapa y tomar la camiseta amarilla del líder.
"Aunque Tony es muy bueno en contrarreloj, no va a destacar en las montañas", dijo Froome. "Me alegra que él tenga la camiseta del líder en lugar de alguno de los otros rivales de cuidado. Es la situación perfecta para nosotros".
En la tercera etapa fuertes vientos contrariaron a los ciclistas, en la cuarta hubo un gran choque que causó la caída de 20 participantes y dejó a cinco de ellos fuera de la carrera y los adoquines del martes han provocado numerosos desafíos para los participantes.
Froome salió bien parado de esas amenazas y tiene una saludable ventaja sobre sus rivales. Supera al español Alberto Contador por 36 segundos, por 1,38 minutos a Nibali y por 1,56 minutos al colombiano Nairo Quintana, segundo lugar en la prueba de 2013.
Martin, de 30 años, quien ha sido campeón del mundo en la prueba contrarreloj en tres ocasiones, cayó en manos de sus compañeros al finalizar la etapa. Su compatriota John Degenkolb llegó segundo y Peter Sagan el tercero.
"Toda la presión de los últimos días se quedó atrás", dijo Martin, quien estaba un segundo atrás de Froome al iniciar la jornada. "Estaba en el límite. Pasé la última esquina y me sorprendí de termninar".
Vincenzo Nibali, campeón defensor de la Tour, quien el año pasado cimentó su triunfo en un brillante desempeño en los resbalosos adoquines, trató de romper la resistencia de Froome una y otra vez durante las siete secciones de pavimento.
Pero Froome, quien el año pasado se cayó durante la quinta etapa luego de tres caídas en dos días, mantuvo la compostura.
"No lamento nada", dijo Nibali. "Froome es muy fuerte".
La etapa del miércoles es básicamente plana y se extiende por 189,5 kilómetros (117,5 millas) de Arras a Amiens, que será un alivio luego de varios días de gran exigencia.
