TUXTLA GUTIÉRREZ, 10 de octubre.- Dos goles en la primera parte bastaron para que la selección mexicana venciera a su similar de Honduras. Con un futbol práctico y de destellos, el combinado nacional superó a los catrachos quienes no fueron ni la mitad de valientes y arriesgados como en la última vez que se enfrentaron. Aquel aztecazo de eliminatoria mundialista que término por marcar el fin de la era Chepo de la Torre.
Los primeros minutos del encuentro amistoso se tornaron ríspidos y llenos de imprecisiones por parte de ambas escuadras, predominando el juego físico de los visitantes quienes desde el pitazo inicial metieron la pierna provocando muchas faltas e interrumpiendo la generación de jugadas.
La selección de Miguel Herrera no lograba generar su futbol y no tenía profundidad.
Los primeros avisos de peligro fueron de los hondureños quienes se animaron a ir al ataque. Primero al minuto 12 con Boniek García con un tiro que no preocupó a Guillermo Ochoa y cuatro minutos más tarde Emilio Izaguirre se atrevió a disparar de media distancia. Su intento pasó muy cerca del poste izquierdo del marco mexicano, dos avisos que no fueron aprovechados y eso despertó al conjunto verde.
Corría el minuto 21 cuando Marco Fabián robó el esférico en la salida de los catrachos, el jugador de Cruz Azul sirvió para Oribe Peralta quien inmediatamente se dio cuenta de la llegada de Javier Hernández a quien le dio el balón y éste se acomodó para cruzar de pierna derecha marcando así el primer gol del encuentro. Mexico en su primer arribo serio a la portería rival vacunó a su rival.
Ya con el marcador a su favor el conjunto tricolor se asentó mejor en el campo, se liberó de la marca pegajosa de los centroamericanos y términó por sofocar a su defensa. Con un Estadio Víctor Manuel Reyna más verde que nunca, los pupilos delPiojo Herrera ganaron confianza y ésta se vio reflejada en las constantes llegadas al marco de Donis Escobar.
De nueva cuenta apareció Marco Fabián quien cobró un tiro de esquina preciso y que Oswaldo Alanís remató de manera certera con la cabeza. El central de Santos Laguna se levantó, giró el cuello y mandó a guardar el balón por segunda ocasión en la noche. Al minuto 37, México ya ganaba 2-0.
Las caras nuevas en el equipo de Herrera tuvieron una buena presentación: la línea de tres en el fondo con Enrique Pérez, Julio César Domínguez y Oswaldo Alanís tuvo una actuación aceptable, demostrando que en el cuadro bajo el timonel nacional no tiene de qué preocuparse. En el medio campo el talento y gran momento de Héctor Herrera marcó la pauta de la generación de jugadas en la ofensiva.
En su segunda mitad el juego bajó su nivel, ambas selecciones disminuyeron el ritmo y los múltiples cambios mermaron el espectáculo, el fervor que causó la tercera visita de un representativo nacional a estas tierras se vio reflejada en los constantes ingresos que hubo de aficionados a la cancha en pleno partido.
Una fiesta verde se vivió en Chiapas tras la victoria de la selección mexicana, un partido que la afición agradeció ser testigo despidiendo a los jugadores en un mar de aplausos, ahora el tricolor se enfocará en el duelo del próximo domingo ante Panamá en la Corregidora de Querétaro.
